La química es una ciencia fundamental para mejorar nuestra vida. Está presente en todos los ámbitos y es necesaria para mantener la sostenibilidad del planeta y resolver problemas globales y esenciales de la humanidad como la alimentación, el agua, la salud, la energía o el transporte.
La química teórica y computacional utiliza la supercomputación para avanzar en la resolución de muchos de estos problemas.
Mediante la aplicación de algoritmos a modelos atómicos y moleculares de la materia sólida, líquida y gaseosa, la química computacional muestra la realidad virtual del mundo que nos rodea y permite obtener modelos de estructuras moleculares y reacciones químicas de una forma rápida y económica, apoyando y complementando de este modo el trabajo realizado por vía experimental.
Los resultados obtenidos contribuyen a la mejora de los productos de consumo y de los procesos de construcción industriales, a la síntesis de nuevos fármacos y medicamentos, a la preservación del medio ambiente y de las especies vegetales y animales, y a la búsqueda de energías y tecnologías más sostenibles.